domingo, 9 de noviembre de 2008

Discípulo de la vida

«Los hombres nacen suaves
y flexibles.
En la muerte son rígidos y duros.
Las plantas nacen tiernas y dóciles.
En la muerte son secas
y quebradizas.
Entonces, cualquiera que sea
rígido e inflexible, es un
discípulo de la muerte.
Cualquiera que sea suave,
abierto y flexible,
es un discípulo de la vida.
Lao Tzu

1 comentario:

Alex Choquemamani dijo...

Una sentencia muy sabia. En ello los niños son un claro ejemplo. Ellos no son rígidos (aunque después la sociedad se encarga de disciplinarlos). Mucha gente sigue un dogma y se vuelve rígida. Entonces, tratemos de no desaparecer nuestro lado "niño".