«Los hombres nacen suaves
y flexibles.
En la muerte son rígidos y duros.
Las plantas nacen tiernas y dóciles.
En la muerte son secas
y quebradizas.
Entonces, cualquiera que sea
rígido e inflexible, es un
discípulo de la muerte.
Cualquiera que sea suave,
abierto y flexible,
es un discípulo de la vida.
Lao Tzu
1 comentario:
Una sentencia muy sabia. En ello los niños son un claro ejemplo. Ellos no son rígidos (aunque después la sociedad se encarga de disciplinarlos). Mucha gente sigue un dogma y se vuelve rígida. Entonces, tratemos de no desaparecer nuestro lado "niño".
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