¡O sancta simplicitas! ¡Qué mundo más extrañamente simplificado y falsificado aquel en que vive la humanidad! No cesa uno de asombrarse, tan pronto como se pone las gafas apropiadas para ver semejante prodigio. ¡Con qué cuidado hemos tratado de conservar ante todo nuestra ignorancia, para gozar de una libertad, de una despreocupación, de una imprudencia […] casi inconcebibles […].
Friedrich Nietzsche
El problema de un mundo complejo es que a muchos disgusta y a no pocos asusta. Incapaces pues de enfrentarlo tal como este es, ya sea por miedo o por simple inmunidad a toda sutileza que la complejidad impone, lo dividen muy pronto los santos en Cielo e Infierno y los simples en blanco y negro. Pero ni en el mundo existen ángeles y demonios sino apenas hombres —y muy pocos santos— ni los colores y sus mil combinaciones han sido, gracias a Dios, desterrados del día y de la noche que solo los simples —que son legión— tienen la tragedia de no ver. Sea como fuere, a quienes nos dedicamos a ejercer la mundana profesión del Derecho y mucho más a los que nos hemos arriesgado a reflexionar sobre él, el deber nos llama a no ser ni santos ni simples si queremos hacer justicia aquí en la Tierra.
¡Inmutabilidad de la cláusula penal!
"Analizando el Análisis" CASTILLO FREYRE/ VASQUEZ KUNZE
Nota:Tendré que seguir reflexionando sobre esta profesión... mientras escucho a ELLA