miércoles, 17 de junio de 2009

William Blake y la noche

Ahora si podré tomar un tiempo de descanso, al fin acabe el ciclo, tengo 15 días de vacaciones, los estoy aprovechando en buscar poemas, canciones, películas e historias nuevas y viejas; tal vez reedite en la mente mis memorias universitarias, pero bueno lo mejor de estos días es que puedo disfrutar las tardes o mejor dicho los atardeceres, ese si es un placer tan delicioso a los ojos, con la serenidad del cuerpo, la conexión del alma con la naturaleza, caminatas interminables en la vereda vida, eso si, muy abrigada como un esquimal (el frío por estos tiempos es aterrador). No pude resistir a la tentación de endulzarme con palabras, así que de tantas vueltas finalmente encontré a Cortazar y a Rayuela, aunque honestamente ellos me encontraron a mi... el libro, Cortazar y yo vamos bien, y bueno hice algo que hago siempre cuando leo, hago pausas.. y busco poemas que cautivan como la noche...con música relajante; así fue como encontré a William Blake … aunque sigo pensando que el destino no es incierto ni casualidad todo ocurre de una manera misteriosa que finalmente conduce a algo que nos sorprende para bien o para mal ..

La noche

Desciende el sol por el oeste,
brilla el lucero vespertino;
los pájaros están callados en sus nidos,
y yo debo buscar el mío.
La luna, como una flor
en el alto arco del cielo,
con deleite silencioso,
se instala y sonríe en la noche.
Adiós, campos verdes y arboledas dichosas
donde los rebaños hallaron su deleite.
Donde los corderos pastaron, andan en silencio
los pies de los ángeles luminosos;
sin ser vistos vierten bendiciones
y júbilos incesantes,
sobre cada pimpollo y cada capullo,
y sobre cada corazón dormido.
Miran hasta en nidos impensados
donde las aves se abrigan;
visitan las cuevas de todas las fieras,
para protegerlas de todo mal.
Si ven que alguien llora
en vez de estar durmiendo,
derraman sueño sobre su cabeza
y se sientan junto a su cama.

Cuando lobos y tigres aúllan por su presa,
se detienen y lloran apenados;
tratan de desviar su sed en otro sentido,
y los alejan de las ovejas.
Pero si embisten enfurecidos,
los ángeles con gran cautela
amparan a cada espíritu manso
para que hereden mundos nuevos.
Y allí, el león de ojos enrojecidos
vertirá lágrimas doradas,
y compadecido por los tiernos llantos,
andará en torno de la manada,
y dirá: "La ira, por su mansedumbre,
y la enfermedad, por su salud,
es expulsada
de nuestro día inmortal.
Y ahora junto a ti, cordero que balas,
puedo recostarme y dormir;
o pensar en quien llevaba tu nombre,
pastar después de ti y llorar.
Pues lavada en el río de la vida
mi reluciente melena
brillará para siempre como el oro,
mientras yo vigilo el redil.

2 comentarios:

virus dijo...

HOLA PRECIOSA QUE BUENO ES SABER QUE EXITES...MUCHOS EXITOS BUENAS ESCRITURAS...

yui dijo...

si existo!! gracias por visitar mi espacio Ñ_ñ exitos para ti tb en todo lo que desees