sábado, 30 de enero de 2010

Mi Segunda Esencia

Parte de un poema, parte de una canción

Tu calidez me dió confianza...
mi corazón continúa ese viaje intrépido hácia la luna
con frecuencia he caminado estas calles
pero el pavimento siempre
estaba debajo de mis pies
de repente me siento flotar
sabiendo que estoy en la calle donde tu vives
el encantamiento viene de afuera de las puertas
que sentimiento tan torrencial y abrumador
en cualquier momento puedes aparecer


Nota: ya no seré prófuga ni buscaré más pretextos.

sábado, 23 de enero de 2010

Lobo aullándole a la luna

Por Jaime Collyer

"Seguimos siendo todos, en algún sentido, como el atribulado Bonaparte. Todos presa fácil, demasiado habitual, de nuestras propias emociones, de nuestra vulnerabilidad oculta..."

Nunca deja de cautivarme la peripecia tragicómica del pequeño corso obsesionado con la conquista de Europa, y hasta de Egipto, donde pronució, entre otras, su frase inmortal: "Soldados, desde estas pirámides cuatro mil años de historia os contemplan". Curiosa, por decir lo menos, la biografía de Bonaparte, muy representativa de lo que ha sido, en nuestra era moderna, el devenir de la masculinidad.

Cuatro mil años de historia y la concreción temporal de su muy arraigado sueño de dominaciòn no consiguieron librarlo, pese a todo, de sus muchas inseguridades y de sus desgarros en el frente de sus tropas, confrontándose sin temor a las balas y las bayonetas enemigas, sufría en su fuero íntimo por los cuernos que Josefina le imponía en París con cualquier oportunista a la mano. El pequeño gran hombre al que muchos consideran, todavía hoy, el mayor estratega de la historia, el general avezado al que sus adversarios atribuían un carisma y una mística equivalentes a una división completa de hombres, no tenía control alguno sobre el frente hogareño, donde sucumbía, en cada vuelta a París, como adolescente carente de toda gallardía, estratagdo como un niño por los celos y las suspicacias, incapaz de resistirse al encanto de la muy voluble Josefina .

Cuatro mil años de histora no han cambiado muchas cosas. Segumos siendo todos, en algún sentido, como el atribulado Bonaparte. Todos presa fácil, demasiado habitual, de nuestras emocionesy nuestros ardores inimaginables, de nuestra vulnerabilidad oculta, bien disimulada bajo los entorchados y las medallas, escuchándonos en el gesto adusto y las voz firme, y nuestras resoluciones tan arbitrarias. Siempre atentos al mandato aquel, implacable, de que "los hombres no lloran". Si hay algo en lo que no hemos progresado en absoluto desde la era bonapartista, si hay algo en lo que todos persistimos a tientas, como el pobrecito Napoleón, es en nuestra incapacidad radical de asumir expresas cabalmente nuestros sentimientos o el torbellino emocional que nos gobierna, la pasión que varios siglos de historia nos enseñaron a domesticar y mantener a buen recaudo. Y si queremos decir, por ejemplo, algo tan simple como " no quiero perderte" o "me duele cuando no estás", lo que aflora es el viejo cavernícola enfurruñado que solo conoce como guía su propia coraza de firmeza, de gruñidos formulados con precisión milimétrica, para resguardarse de todo eso que le duele adentro, con alguna chulería procáz o una sentencia escogida con pinzas para alcanzar deliberadamente al objetivo. Al más puro estilo de un Humphrey Bogart, con frases del tipo: "tengo mejores opciones que esto, muñeca". O: "esto está concluido, es hora de cerrar el archivo". Somos lobos aullándole su tristeza a la luna, eso apenas, a solas en alguna colina. Hasta que sobrevienen de nuevo la mañana, el nuevo día, y nos toca calzarnos de nuevo la sonrisa banal y la corbata, el maletín a punto y la ironía. Para salir, como el viejo Bonaparte, a conquistar el mundo a sangre y fuego y luego perderlo como él, paso a paso, fragmento a fragmento, sin entender mucho por qué.

NOTA: La biografía de Napoleón es sin duda interesante, en el aspecto de estratega, líder y conquistador, pero en cuanto a su vida amorosa es otro el cantar, pero luego de todo me gustaron unas líneas en una carta que le escribe a Josefina: "YO NO TE PIDO AMOR ETERNO NI FIDELIDAD, SINO SOLAMENTE... LA VERDAD, FRANQUEZA SIN LIMITES. EL DIA EN QUE ME DIGAS TE AMO MENOS SERA EL ULTIMO DE MI AMOR O EL ULTIMO DE MI VIDA".


jueves, 14 de enero de 2010

Tu Dulzura

Camino lentamente por la senda de acacias,
me perfuman las manos sus pétalos de nieve,
mis cabellos se inquietan bajo céfiro leve
y el alma es como espuma de las aristocracias.


Genio bueno: este día conmigo te congracias,
apenas un suspiro me torna eterna y breve...
¿Voy a volar acaso ya que el alma se mueve?
En mis pies cobran alas y danzan las tres Gracias.


Es que anoche tus manos, en mis manos de fuego,
dieron tantas dulzuras a mi sangre, que luego,
llenóseme la boca de mieles perfumadas.


Tan frescas que en la limpia madrugada de Estío
mucho temo volverme corriendo al caserío
prendidas en mis labios mariposas doradas.


De Alfonsina Storni

y yo escucho , canto...te dibujo , mientras todos se van tu te quedas  para soñar.




lunes, 11 de enero de 2010

Je me souviens Nathaly!!

"Cuán adherida llevo en las paredes de mi alma, tus recuerdos"

Me acuerdo del día en que nos conocimos, estabamos en el colegio en esa reunión de líderes escolares por los Derechos de los niños y adolescentes, supuestamente eramos el grupo más destacado de cada sección, yo sin embargo sentía que era otra actividad para variar la rutina.

Me acuerdo que sólo te observé y parecias tan segura de ti, que daba la impresión que eras mas madura de lo que aparentabas. Luego de esa reuniones de grupo, salió el tema de los animes, esos dibujitos japoneses, que nos gustaban tanto y resultaba que eras amiga de mi amiga(el colegio era un mundo, con conexiones amicales increíbles).

Me acuerdo luego que nos reuníamos en tu casa para ver películas, para llamar a la radio, para asistir a las marathones de sugoi y para ir a la librería Nerv.

Me acuerdo que por ser líderes escolares teníamos que plantar un arbolito, y que te pico una araña, recuerdo que la lampa que llevé era muy grande, recuerdo que cavamos un hueco enorme, recuerdo que le tuvieron que echar tierra porque nos excedimos, recuerdo que Ericka regaba el arbolito, recuerdo nuestras risas en el recreo, recuerdo que fuiste Subrigadier del colegio pero te decían comandante, recuerdo que yo también fui brigadier pero siempre llegaba tarde, que puedo decir era un ejemplo sui generis
.
Me acuerdo que cuando te cambiaste de colegio, querías que yo también fuera contigo pero ese no era mi destino y yo lo sabía.

Me acuerdo que nos disfrazamos para asistir a la primera fiesta anime y cantamos con la ayuda de las revistas, que la canción era "I wanna do more" del anime Mahou Tsukai Tai, recuerdo esos momentos maravillosos porque estabas tú.

Me acuerdo cuando te fuiste a Lima y te escribía, recuerdo que también te llamaba, recuerdo la cartita azul que me enviaste y aún conservo, recuerdo que estuviste en mis alegrías, en mis congojas, en mis aventuras y desventuras... yo estuve en tus confesiones y algarabías.

Me acuerdo de tus ojitos color miel, me acuerdo que la canción "Osito de Peluche de Taiwan" debieron haberla escrito pensando en tí.

Me acuerdo que tenías un programa de radio que se llamaba "Noctámbulos", donde ponias música reggae y que me hiciste escuchar a Godwana y a Bob Marley.

Me acuerdo que estuviste en mis transiciones, cuando me sentía el patito mas feo, que de hoy sólo queda una sombra, porque ahora tú y yo somos cisnes que volamos, cantamos y soñamos. Que aterrizamos en tierra firme para afrontar los reveses de la realidad, ya no somos niñas pero cada una lleva una pequeñita que de vez en cuando sale a flote.

Hay Naty vaya que el tiempo ha pasado y no lo ha hecho en vano, pensar que las cosas siempre pasan por algo porque nos dan respuestas, aunque estas tarden demasiado. Desde que nos conocimos ya no fuimos las mismas porque nuestros caminos van entrelazados.

La canción es para tí!! Naty

Nota: He sido gratamente influenciada por Georges Perec.